Hace un año, para celebrar nuestras bodas de plata, mi querida esposa y yo hicimos un viaje al Sureste de América Central, concretamente en la República de Panamá, para celebrar en grande nuestros 25 años de casados. ¡Pues no todo el mundo lo logra! Este viaje era un sueño que teníamos pendiente desde hacía ya muchísimo tiempo y lo del aniversario de boda fue el detonante para por fin cumplirlo. ¡Fue algo espectacular! La capital nos encantó. Era todavía más bonita y acogedora de lo que esperábamos: una mezcla sabia de lo antiguo y moderno. ¡Y aquellas fabulosas playas y aguas diáfanas! Siendo promotor, me llamó particularmente la atención el diseño de las estructuras metálicas de las zonas peatonales de la cinta costera III, y por ello no pude retener mi curiosidad y pedí información sobre el creador de dicha maravilla. Así fue, como supe que dicho proyecto emblemático de la ciudad de Panamá lo había diseñado una empresa española con proyección no sólo nacional sino también internacional. ¡En dicho proyecto estaba de hecho la prueba!
Esta empresa pionera no era nada más y nada menos que Industrias Duero, un sólido grupo empresarial español que ahora es muy conocido por su barrera de contención vial. Fue fundado en 1952 que fabricaba estructuras metálicas y era propietario de más de 250.000 m2 de terreno industrial, con cerca de 50.000 m2 cubiertos para la producción. Obviamente, yo conocía a esta empresa de seguridad vial. Fue entonces cuando surgió en mi mente la idea de someterles el proyecto que tenía para la urbanización marina en la que estábamos trabajando mi equipo y yo. ¿Y si se encargaban ellos de diseñar y fabricar la cinta costera de nuestro complejo de lujo frente al mar? Una cinta no tan ostentosa ni tan grande como la de Panamá (que en realidad era un viaducto sobre el mar frente al palacio presidencial del Gobierno de la República) y que tanto me había llamado la atención y fascinado, pero… ¡sí! algo con carácter y elegancia. ¡Era una idea genial! Les llamé y tras varios contactos y reuniones que tuvimos llegamos a un acuerdo y se diseñó el proyecto. Un espléndido proyecto en el que se unían tradición y modernidad…
Consideraciones a tomar en cuenta a la hora de diseñar una zona costera
Ante todo, lo que hay que tomar en cuenta y privilegiar a la hora de diseñar una zona residencial costera son indudablemente las necesidades públicas. Para ello, la visión de los ciudadanos en la planificación y en el diseño del proyecto es esencial. Pues, cuando se crea una visión compartida, cualquier transformación y actividad que se desarrollen en en el borde costero satisficieran a todo el mundo. Que se optimicen las vías de ingreso del público es, además, otra de las preocupaciones a tomar en cuenta durante la creación del proyecto. En efecto, si lo que uno busca es que los bordes costeros sean utilizados y visitados por el máximo de gente posible, es fundamental entonces que las personas puedan acceder en toda la extensión del paseo. Asimismo, que se instalen parques a lo largo de estos bordes costeros es primordial para atraer a familias con niños, perros, etc., y permitir a los visitantes sentarse a la sombra o frescura de un árbol y disfrutar de las vistas. Otro elemento a tomar en consideración, es la altura de los edificios. Pues, hay que saber que las grandes torres actúan como un muro visual y psicológico. Con lo cual, los edificios no deben ser muy altos y en sus plantas bajas se deben incluir comercios, etc., para facilitar la vida de los vecinos y visitantes del borde costero. Que éstos sean bellos y emblemáticos para que sirva de destino multiuso es igualmente importante. Por otra parte, que se pueda acceder por distintos medios de transporte y no sólo en auto (bicicleta, andando…) y que haya pistas para bicis puede hacer la diferencia y atraer a la muchedumbre. Por fin, gestionar y administrar la zona continuamente es necesario para que se mantenga activa. Por ello, algunos municipios establecen alianzas entre las empresas y las organizaciones ciudadanas, para darle vidilla al lugar. Todo estos requisitos fueron tomados en cuenta durante la elaboración de nuestro proyecto de villa marina y fue la empresa Industrias Duero quien participó en el diseño, desarrollo, cálculos estructurales, fabricación, galvanizado y quien pintó todas las estructuras metálicas. Partiendo de nuestras necesidades e especificaciones, ellos nos suministraron todas las barandillas, pérgolas decorativas, protecciones peatonales y zonas de sombra. Todo el proyecto se diseñó con el objetivo de facilitar el montaje de las distintas estructuras que fueron enviadas en kit y el resultado obtenido supera todas nuestras expectativas. ¡Confiar en la gran profesionalidad de esta relevante empresa conocida internacionalmente fue lo mejor que hicimos!