En esta sociedad en la que el culto al cuerpo es algo habitual, bien visto y casi lo más común, es normal que haya avances tecnológicos que faciliten estas tareas. En este sentido, la estética ha contado con grandes cambios en cuanto a herramientas se refiere. Veamos algunas de ellas:
la depilación con láser se ha impuesto en los últimos años. Cientos de centros han abierto en todo el país y numerosas mujeres han decidido eliminar su vello corporal con este método;
cremas que son resultado de años de investigación en un laboratorio, que consiguen resultados realmente sorprendentes y que están en constante rivalidad con los productos de origen natural;
máquinas para adelgazar sin hacer ejercicios como la plataforma vibratoria, usada por muchos famosos y que cuenta con varias derivaciones, que pasan por hacer abdominales prácticamente sin levantar la cabeza del suelo… en definitiva, todo una ingeniería al servicio de la belleza.
Incluso hay una aplicación para determinar qué maquillaje favorece más a la cara. Si bien las brochas y sombras aún se mantienen, la manera de decidirse por ellos sí se ha vuelto más compleja. Por eso herramientas como ésta determinan qué tipo de cosméticos deben comprarse según cada una.
Y aún un mundo de la estética del que apenas se habla pero que también requiere de gran destreza, maña y tecnología. Hablamos de tanatopraxia, la actividad de embellecer a los muertos. Estos especialistas se encargan de mejorar el aspecto de la persona fallecida de cara al día de su entierro o en su despedida. Además pretende eliminar cualquier señal de dolor, golpes o cicatrices o heridas que hayan quedado. Para ello hace falta una formación en estas prácticas mucho más específica que sepa disimular las imperfecciones derivadas de causas externas, así como estar preparados para revelar posibles hechos a los forenses.
Para la tanatopraxia también hay una tecnología que facilita sus actividades, si bien también existen cremas y maquillaje común. En cualquier caso, es conveniente mantenerse actualizado mediante cursos de tanatopraxia.
De esta manera queda comprobado que la belleza se extiende a la tecnología y al revés, proporcionando todo lo necesario para estar siempre hermosos.