Podemos comprar medicamentos por internet, pero no todos.

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En los últimos años, las farmacias están aumentando su presencia en internet. Muchas de ellas abren página web y montan una tienda online. Esta es una buena noticia para el conjunto de la sociedad. Sin embargo, debemos saber que todos los medicamentos no se pueden vender por internet. Esta es una información que deben conocer tanto las farmacias como los consumidores.

Este es un buen momento para que una farmacia monte su página web y aumente su presencia digital. Los consultores de FarmaCom, una agencia de marketing digital especializada expertos en la creación de tiendas online para farmacias, nos cuentan que todas estas acciones están subvencionadas por el gobierno a través del programa Kit Digital.

La presencia online de las farmacias beneficia al conjunto de los ciudadanos. Nos permite recabar información sobre los establecimientos farmacéuticos: los servicios que prestan, su horario de apertura, su localización geográfica y, cómo no, comprar algunos productos sin necesidad de acercarnos a la tienda.

Las tiendas online de las farmacias son interesantes para aquellas personas que no pueden desplazarse. Bien sea por algún impedimento físico o porque sus obligaciones diarias se lo dificultan. Es cierto que la entrega no es inmediata, pero teniendo un poco de previsión, podemos recibir el producto que necesitamos en casa.

Existen circunstancias que nos obligan a tener un suministro continuo de productos sanitarios. Es el caso de las madres de niños lactantes o las personas con enfermedad crónica. Tener una farmacia online que nos abastezca facilita mucho la situación. Cuando vemos que se está agotando algún producto básico, como pueden ser los pañales o la leche prenatal, en el caso de los bebés, la madre, con un par de clics, puede comprar el producto desde su teléfono móvil.

En ocasiones, buscamos un producto específico de venta en farmacias. Como por ejemplo un producto adelgazante. Es cierto que en internet existen grandes Marketplace de artículos de parafarmacia, pero la confianza que nos inspira estos sitios no es la misma que nos da una farmacia de toda la vida.

Los productos farmacéuticos que se pueden vender o no por internet están regulados por el Ministerio de Sanidad.

Control de medicamentos de la Seguridad Social.

La intervención del Estado en la venta de productos sanitarios tiene un doble aspecto. Por un lado, garantiza el acceso de toda la población a los medicamentos, y por otro, protege a la ciudadanía del consumo y venta irresponsable.

Que una buena parte de los medicamentos se suministre a través de receta médica, y que su precio, en parte, esté subvencionado, forma parte de establecer una sanidad pública, universal y de calidad.

Aunque las farmacias son establecimientos privados, para abrirlas se necesita una autorización concedida por las comunidades autónomas. Las farmacias se abren siguiendo un criterio de concentración de población. Forman parte de la red de asistencia sanitaria del Estado.

El control público de la venta de medicamentos busca combatir la automedicación y los usos irresponsables de las medicinas. Hace 20 años, la gente podía comprar libremente amoxicilina, que es una variante de la penicilina, en las farmacias. En cuanto presentíamos que teníamos alguna infección, acudíamos a la farmacia a comprar una caja de pastillas sin pasar por el médico. Las autoridades sanitarias descubrieron que el efecto de los antibióticos se estaba reduciendo en el conjunto de la población. A partir de ese momento, decretaron la prohibición expresa de vender antibióticos sin receta médica.

Muchos medicamentos tienen efectos secundarios. Es necesario que un doctor lleve un control sobre ellos para impedir que su consumo genere problemas de salud, aún mayores. Otros medicamentos como los ansiolíticos o los antidepresivos generan dependencia. Se necesita una supervisión médica para impedir que causen daños en los consumidores.

Algunas personas, en su preocupación por combatir el insomnio o el estrés, podrían llegar a abusar de estos fármacos, creando una farmacodependencia sin ser conscientes de ello.

De ahí, lo importante de que las autoridades sanitarias controlen la venta de medicamentos.

Medicamentos que se pueden vender por internet.

En teoría, cualquier medicamento de venta libre se podría vender por internet. Esto incluye productos de uso habitual en los hogares como las aspirinas, el paracetamol, el yodo para tratar las heridas o los jarabes para la tos. Ahora bien, eldiario.es señala en un artículo que para que la tienda online de una farmacia pueda comercializarlos, necesita una autorización expresa de la consejería de sanidad de su comunidad autónoma.

Para que una farmacia consiga la autorización A.E.M.P.S. (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) para vender por internet, necesita solicitarla y cumplir los trámites que exige la ley. Efectuadas las gestiones pertinentes, el organismo público podrá pronunciarse a favor o en contra.

Esto se hace así por razones de responsabilidad. Mientras que en un establecimiento físico, el dependiente es consciente de a quién le vende los productos, por internet, la venta, en cierto modo, es anónima. Esto significa, que un menor puede comprar un medicamento sin que la tienda se dé cuenta.

Aun así, si la tienda online de una farmacia no tiene la autorización expresa para vender medicamentos de libre adquisición, bien porque no la ha tramitado, o bien porque no se le ha concedido, en su web puede vender una amplia variedad de productos sanitarios de venta en farmacias.

Esto incluye productos de cosmética o cuidado de la piel como cremas específicas de protección solar, para hidratar el cuerpo, para combatir erupciones cutáneas, etc. Productos de higiene, como pastas de dientes, irrigador dental, productos contra la caída del cabello…

También pueden vender productos para el cuidado y alimentación de los bebés, productos para el control de peso y suplementos alimenticios o de herbolarios como triptófano, magnesio, melatonina, ginseng, maca y una larga lista de suplementos de este tipo.

Resumiendo, por internet una farmacia puede vender medicamentos que no están sujetos a receta médica y, en cualquier caso, productos sanitarios de parafarmacia.

Medicamentos prohibidos en internet.

No se puede vender bajo ninguna circunstancia los medicamentos que están sujetos a receta médica. Es decir, aquellos que se suministran solo cuando son recetados por un médico mediante un documento oficial, como es la receta, que incluye el nombre del facultativo y su número de colegiado.

Estos medicamentos solo se venden en las farmacias físicas para llevar un control exacto de su suministro y porque en muchas ocasiones se requiere el asesoramiento de un farmacéutico para informar al consumidor sobre las pautas y contraindicaciones de su consumo.

Volvemos a tratar otra vez el tema de la responsabilidad. Si la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios ya deja claro bajo qué condiciones se pueden vender en internet los medicamentos de venta libre, la responsabilidad es aún mayor cuando se trata de medicamentos con receta.

La página web del Gobierno de Aragón Salud Informa señala que la venta ilegal de medicamentos por internet es un problema de salud pública. Está perseguido y penado al mismo nivel que el tráfico de drogas.

Hace unos años había páginas en internet que vendían diazepam. Este medicamento es un potente ansiolítico que se receta para controlar episodios recurrentes de ansiedad. Si no se controla su consumo puede generar dependencia y problemas neuronales. Las páginas web lo promocionaban diciendo que era un medio para combatir el insomnio. El rastreo de estas webs era complicado. Operaban fuera de España y bajo un entramado de URL que hacía complicada su detección.

El combate de estas tramas digitales organizadas y de otras similares han ocupado durante tiempo la atención de los departamentos de delitos informáticos de la policía nacional y de otros cuerpos de seguridad.

Los servicios de las farmacias por internet.

Una cosa que no se valora lo suficiente y que es beneficiosa para la población es que las webs de las farmacias son un estupendo escaparate para dar a conocer los servicios que prestan.

Las farmacias no solo son un despacho público de medicinas. Prestan una serie de servicios sanitarios necesarios para la población.

Las farmacias pueden realizar un análisis para detectar el nivel de azúcar en sangre. Alertándonos sobre posibles problemas relacionados con una incipiente diabetes. Pueden realizar un análisis del colesterol, un test de intolerancias o una toma de la presión arterial.

Existen farmacias que están especializadas en una problemática de salud concreta. Pueden prestar un asesoramiento nutricional y dietético que ayude a los clientes a bajar de peso, poner en marcha programas para dejar de fumar, o prestar un servicio de asesoramiento en materia de homeopatía.

Que una persona que necesite estos servicios descubra por internet que hay una farmacia en su localidad que los presta, le puede ayudar bastante en su tratamiento.

Por eso, la página web de una farmacia debe ser un escaparate claro y completo del establecimiento. No se puede limitar a poner una tienda online que venda algunos de sus productos.

La presencia online de las farmacias en España aún es reducida. De más de 22.000 farmacias que hay en nuestro país, menos de 800 tienen página web; sin embargo, internet es un medio para que las farmacias se acerquen aún más a la población.

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