Nuestra sociedad pretende disfrutar de las ventajas y las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías sin formar a nadie, lo que resulta muy curioso. Dicen que los niños ahora vienen con una Tablet debajo del brazo porque aprenden a utilizar los smartphones y los ordenadores a edades muy tempranas y de manera intuitiva pero ¿y qué hay de las generaciones más adultas? Mi madre no consigue hacer nada con el ordenador y por más que le explico las cosas y se las apunta acaba teniendo que volver a preguntarme y no considero que sea menos inteligente que los demás.
Es necesario formar a las personas de más de 45 años porque muchas de ellas desconocen el funcionamiento de los ordenadores por lo que no pueden acceder a trabajos para los que estarían totalmente capacitados si no fuera por esa desventaja informática.
Como os comentaba, mi madre, cada vez que se atasca con el ordenador acaba llamando a esta empresa de mantenimiento informático en Madrid en la que, por cierto, sus empleados son encantadores porque tienen una paciencia con ella impresionante. No sé si yo aguantaría tanto la verdad. Y todo eso está muy bien pero ¿no sería genial que pudiera valerse por sí misma y recurrir a mí o a dicha empresa sólo cuando sea realmente necesario?
Y no es que no quieran aprender ni mucho menos. Tras hablar de lo beneficioso que sería para mi madre aprender algo de informática a nivel de usuario y tras animarla repetidas veces a apuntarse a algún tipo de curso intentó matricularse en varias escuelas públicas para mayores con el fin de ampliar sus conocimientos y se topó con una larga lista de espera que le hacía imposible su acceso a los cursos. Por lo visto, hay tanta demanda, que los centros de formación de personas adultas no dan abasto. En Coaña, Galicia, se han organizado en enero dos talleres de informática gratuitos que están completos y con listas de espera colapsadas desde la primera semana en la que se abrió el periodo de inscripción.
Todo esto me anima y me enorgullece porque lo que demuestra es que no importa la edad para demostrar que podemos seguir aprendiendo pero me enerva comprobar como, sabiendo todo esto y teniendo muchos más datos, el gobierno hace más bien poco para intentar ampliar esas plazas en los cursos y ofrecer mayor formación así que tampoco le podemos pedir peras al olmo y pretender que toda una generación, o incluso dos, aprenda algo pos ciencia infusa.
A nivel particular voy a intentar ayudar a mi madre dándole clases todos los miércoles, una horita. Me gustaría que fuera un par de veces por semana pero no tengo tiempo para dedicarle, por muy duro que suene pero la sociedad actual nos deja poco espacio para dedicarle a la familia y a nuestros padres así que me temo que tendrá que conformarse hasta que consiga entrar en uno de esos cursos para adultos que oferta el ayuntamiento todos los años porque, lo mismo, algún día tiene suerte. ¿No?