Trabajar con empresas de otros países requiere de la existencia de una red de comunicaciones y transportes muy fluida y muy eficiente. Sin ella es imposible operar con la celeridad que demanda la sociedad en la que actualmente vivimos y por ende las actividades que desempeñamos pueden verse afectadas de un modo negativo. Cuidar este aspecto es elemental para construir una empresa diseñada para ser rentable.
Para constituir esa red de transportes hay que confiar en gente que cuenta con experiencia y, sobre todo, muy comprometida. Vivimos en un mundo en el que no puede haber retrasos en la entrega de mercancías. Eso implica un sobrecoste económico que nadie quiere asumir y que existirá si no se deposita la confianza en los mejores.
En 2012 monté una empresa dedicada a la reparación de todo tipo de aparatos electrónicos y a la venta de recambios para éstos. Conocía bien el sector y me desenvolvía bastante bien en una materia como esta, lo que me hacía pensar desde el principio que mi idea podría conducirme hacia el éxito empresarial. Aunque no está siendo fácil, creo que poco a poco lo estoy consiguiendo gracias a una serie de secretos. Secretos que, en relación con lo que he comentado más arriba, tienen mucho que ver con el transporte de mercancías.
Desde que abrí el negocio he venido observando el ránking de países más avanzados tecnológicamente del mundo. Para obtener las mejores piezas de recambio pensaba contactar con alguna de las empresas punteras de uno de estos países. Así obtendría la calidad que quería para mi empresa desde el principio. En el ránking, Holanda aparecía como el número 4, tan solo por detrás de Singapur, Finlandia y Suecia. Se trataba de un país no demasiado lejano y pronto decidí explotar esta ventaja.
Contacté con una empresa neerlandesa especializada en la fabricación y venta de recambios para los aparatos tecnológicos que yo reparaba y llegué a un acuerdo de colaboración. El transporte debía correr de mi cuenta, por lo que era yo quien tendría que hacerme con los servicios de una empresa de transportes que se encargara de hacerme llegar toda la mercancía comprada. Para ello no había ningún problema. Ya había estado informándome acerca de los servicios y la experiencia de determinadas empresas y creía haber encontrado justo lo que buscaba con Star Cargo.
Se trataba de una entidad con varias décadas de experiencia en el sector de los transportes, lo que me dejaba muy tranquilo. Contaba con muchos de los profesionales con los que habían trabajado desde el momento de su fundación y la verdad es que esa era una de sus grandes ventajas. Decidí contactar con aquella entidad y trasladarle mi propuesta. Junto a la empresa holandesa que iba a suministrarme los recambios, era la socia idónea para un proyecto como el que tenía entre mis manos.
Funcionando con agilidad y eficacia
Desde Star Cargo no pusieron ninguna objeción a la propuesta que les trasladé. Muy al contrario. Me ofrecieron todo tipo de información y me hicieron varias preguntas destinadas a que yo obtuviera la mejor calidad en el servicio. También hablamos de cuestiones referidas al precio de dicho servicio, que no me parecía demasiado elevado para el bien que iba a suponerme contar con la profesionalidad de Star Cargo.
Han pasado cinco años desde aquello y con solo decir que sigo confiando en ellos para el transporte de los diferentes recambios tecnológicos basta para entender la eficacia y la agilidad de su servicio. Tengo la suerte de disponer de todos los elementos que necesito en tiempo y en forma, lo que me permite que los clientes tengan una excepcional visión tanto de mí como profesional como de mi empresa. Eso, en una sociedad como en la que vivimos actualmente, lo dice todo.