Últimamente los creadores de consolas se han subido a la parra. Hace unos años te comprabas la XBOX360 y tenías consola para rato. Alguna te salía mala, obviamente, como ocurre con todo, pero por regla general eran un producto duradero. Ahora te compras la Play-4 o la XBOX-ONE y sabes que tienen fecha de caducidad: en un par de años y “caput”.
Conspiración o dejadez…
Algunos conspiradores afirman por las redes sociales que lo que ocurre es que les ponen chips a los teléfonos móviles, a los ordenadores, a las consolas e incluso a los electrodomésticos del hogar que a los dos o tres años se empiezan a cargar el aparato poco a poco. Yo no creo en eso. Yo soy de las que opina que lo que pasa es que cada vez ponen materiales de peor calidad y se esfuerzan menos en que las cosas salgan bien y, por eso, tras un par de años de uso las cosas empiezan a romperse: lo que tampoco les viene nada mal a ellos, claro está. Ahora bien, hay que ser un poco más pícaros que ellos y, aunque siempre tenemos las de perder, se puede jugar un poco entendiendo el “modus operandi” de las compañías.
Yo, que me considero una friki total de los videojuegos, soy consciente de que las consolas son uno de los productos más caros del mercado, así como los videojuegos. Se pasan tres pueblos y el problema es que como la población sigue comprando es ilusorio pensar que algún día empezarán a bajar los precios. Así que… ¿qué puedo hacer? Pues si es fácil que se empiecen a romper las piezas cada “x” tiempo lo mejor que podemos hacer es tener acceso a nuevas piezas ¿cómo? Pues siendo un poquito más listos que ellos.
Cambiar una lente de consola o cualquier chip que se estropee es una locura, sólo unos pocos saben hacerlo y conseguir que les salga bien el trabajo pero es mucho más fácil cambiar una pieza de ordenador que se haya roto ¿verdad? Así que yo me compré un buen equipo en esta tienda online de ordenadores gaming baratos y ahora si se me rompe la gráfica o se me queda corta, la cambio, si se me jode la tarjeta de sonido, la cambio y si se me compre un puerto de entrada, lo cambio. Así con cualquier pieza mientras no sea la placa base (que si me apuras también), y voy subsanando errores que pueda darme el pc.
Esto es igualmente aplicable a cualquier cosa. Hace unos meses, 6 o 7, se nos rompió la lavadora y cuando fuimos a comprar una nueva nos enseñaron modelos súper novedosos, inteligentes y con millones de funciones ¿sabéis que hice yo? Preguntar al vendedor si la reparación de esos electrodomésticos era viable y económica y la respuesta fue bastante clara: cuantas más funciones y más modernas sean más costosa es su reparación. Así que ante eso le dije lo siguiente: aconséjame la lavadora que mejor resultados haya dado, con un precio decente, y lo más básica posible: que lave, centrifugue y poco más. Y esa es la lavadora que tengo ahora mismo en mi galería, una que sé que cuando empiece a fallar tendrá arreglo por parte del servicio técnico sin que me saquen un ojo de la cara y ¿sabéis qué? Lava perfectamente.